El patinaje aporta una serie de beneficios clave para el desarrollo físico y mental de los niños. Mejora la coordinación, el equilibrio, los reflejos y la concentración. Además de fortalecer los músculos del tren inferior, también ejercita los músculos desde la cadera hasta los hombros a través de las rotaciones, lo que lo convierte en una actividad física muy completa. Es un deporte accesible desde edades tempranas, promoviendo un desarrollo físico integral desde el inicio.